viernes, 24 de agosto de 2012

Apegos

Una de las cosas fascinantes del budismo es que, siendo una religión, se permite (y se debe, para no creer ciegamente en algo) debatir o discutir las enseñanzas de Buda, desde un punto de vista filosófico, o psicológico, para estar seguros de que lo que dijo se pueda considerar una verdad última; se puede hablar durante horas y horas acerca de los temas que toca o se pueden escribir libros enteros tratando de explicar algunas de sus enseñanzas. Lo curioso es que nunca se encontrará un vacío o una sola contradicción, hasta ahora no ha pasado.
Entonces haré lo que un buen aprendiz hace: tomaré prestadas algunas enseñanzas de Buda que encontré en internet (http://www.oshogulaab.com/BUDA/TEXTOS/budadamapada.htm#Capítulo 16: Apego) y veré qué puedo decir.

Apegos


211. Evita la identificación con lo querido, porque la separación de ello representa dolor; las ataduras no existen para aquel que no hace diferencias entre querido y no querido. 

Los apegos son una de las causas por las que un humano sufre, ya que nos identificamos con los fenómenos; creamos muchas emociones alrededor de estos fenómenos que van emergiendo en nuestras vidas y cuando nos separamos de estos fenómenos, sufrimos, nos causa mucho dolor y nos sentimos desdichados.
Todos los fenómenos en el universo carecen de autoexistencia, es decir que no salieron de la nada y para que puedan existir tienen que tener relación con otros fenómenos y a su vez, todos los fenómenos son impermanentes, es decir, tienen un origen y un final, nada es permanente.

Entonces pongo un ejemplo un poco radical del asunto:
Si nos aferramos, por ejemplo, a un(a) enamorado(a), vamos a crear una serie de emociones hacia él/ella, definitivamente van a involucrarse emociones muy fuertes y quizás vayamos a pensar que estos momentos serán eternos y no van a terminar nunca, que son hermosos, etc.
Puede que sí sean hermosos y todo lo que se desee, pero una persona también es un fenómeno, es decir es impermanente y en algún momento, lamentablemente, se va a ir de nuestras vidas; y en ese momento vamos a sufrir, dependiendo de qué tan grande haya sido nuestro apego hacia él/ella.
Como dice Buda, "la separación de ello representa dolor", es decir que una vez más, estamos condicionando nuestra felicidad.
Y así sucesivamente, no solo con las parejas, sino con las personas en general, cuando nos apegamos mucho a las personas, a los amigos, en cuanto estos dejen de existir, o en cuanto estén ausentes por un tiempo, vamos a sentirnos con dolor, con un vacío, sufriremos dependiendo justamente de cuan apegados hayamos sido hacia ellos. Y si lo que se quiere es liberar la mente del sufrimiento y confusión para poder alcanzar la paz mental, sería bueno empezar por no aferrarse tanto a los fenómenos, ya que todos son impermanentes y todos son potenciales fuentes de sufrimiento, burdo o sutil.
Lo que sí podemos hacer para no sufrir es dar todo el amor que tenemos a todas las personas que conocemos (y a las que no conocemos también) y así se convierte en amor incondicional y compasión hacia todos los seres sintientes, que no es lo mismo que ir creando apegos que luego nos van a dañar.

Entonces es algo que hay que tener en cuenta en cada relación humana, ser conscientes de qué tanto te estás identificando con tal o cual persona, o con qué aspectos de esa persona, y qué tipo de persona es, para así no terminar herido/a cada vez que te separas de esa persona por X motivos, ya que así vamos a seguir sufriendo y sufriendo, indirecta o directamente, y nos vamos a alejar cada vez más de la purificación a la que se quiere llegar, porque el sufrimiento, burdo o sutil, causa confusión y esto nos aleja de la paz mental que seguramente se desea.


212. Del placer nace el sufrimiento; del placer nace el miedo. Para aquel totalmente libre de placer no hay dolor, y mucho menos miedo. 
213. Del deseo surge el dolor; del deseo surge el miedo. Para aquel que está libre de deseo ni hay dolor ni mucho menos miedo. 
214. Del apego surge el sufrimiento; del apego surge el miedo. Para aquel que está libre de apego ni hay dolor ni mucho menos miedo. 
215. De la avidez surge el sufrimiento; de la avidez surge el miedo. Para aquel que está libre de avidez ni hay dolor ni mucho menos miedo. 
216. Del aferramiento surge el sufrimiento; del aferramiento surge el miedo. Para aquel que esta libre de aferramiento ni hay dolor ni mucho menos miedo. 

Es decir:
Aquellos que están buscando todo el rato qué cosas les pueden causar placer, satisfaciendo siempre los placeres de los sentidos, sufren y tienen miedo. Aquellos que desean, ansían, se aferran a las cosas, sufren y tienen miedo.

210. No identificarse con lo que es agradable ni identificarse con lo que es desagradable; no mirar a lo que es placentero ni a lo que es displacentero, porque en ambos lados hay dolor. 


217. El que es perfecto en virtud y Visión Cabal está establecido en la Doctrina, dice la verdad y cumple su deber y es venerado por la gente. 


Se puede seguir escribiendo mucho al respecto, pero ya está dicho.

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