domingo, 31 de marzo de 2013

Despertar

Es hora de volver a hablar del problema fundamental: El sufrimiento humano.
Para el budismo, el problema fundamental es el sufrimiento humano, y el resto, como por ejemplo lo puede ser la creación del universo y demás temas, es irrelevante.
¿Por qué sería irrelevante el resto?
Porque todos los problemas que existen en el mundo, tienen su raíz en la mente humana y comprendiendo su funcionamiento a detalle se puede acabar con todos los problemas humanos.
Cada mente humana posee intrínsecamente lo que se llama "insatisfacción fundamental" o "sufrimiento", eso que nos mantiene ansiosos o insatisfechos en el fondo todo el tiempo, y a partir de ahí es que existen las demás aflicciones mentales, como lo son la confusión, la ira, los apegos, los deseos, el ego, la aversión, la ignorancia, etc.
Mientras poseamos esta insatisfacción fundamental, vamos a estar sujetos a la equivocación, al enojo, a la confusión, etc y lamentablemente es algo que nos envuelve a todos.

Lo bueno fue que Buda dejó instrucciones muy claras acerca de cómo escapar de este sufrimiento para conseguir claridad.
Su primera enseñanza se llamó "Las Cuatro Nobles Verdades"

La primera noble verdad es que existe esta insatisfacción o sufrimiento (Dukkha) dentro de cada uno de nosotros.
La segunda noble verdad es que esta insatisfacción o sufrimiento tiene un origen.
La tercera noble verdad es que existe la cesación de este sufrimiento.
La cuarta noble verdad es que la cesación del sufrimiento se obtiene siguiendo "El Noble Óctuple Sendero"

Son a la vez dos series de causa y efecto:

Causa: El Origen del Sufrimiento ------> Efecto: El sufrimiento
Causa: El Noble Óctuple Sendero ----> Efecto: La cesación del sufrimiento

Es como una fórmula lógica, que te dice que si quieres ponerle fin a todo esto y vivir en paz, tienes que aplicar el sendero, que es el camino medio.
Ninguno de los dos excesos es bueno: la autoindulgencia sensorial y la auto-mortificación. El equilibrio está en el medio y eso fue lo que Buda hizo para iluminarse.

Al comprender a detalle el origen del sufrimiento, podemos de esta manera saber por dónde ir y por dónde no y ser cuidadosos con respecto a nuestras acciones y pensamientos, para de esta manera liberarnos de este sufrimiento que siempre nos ha asechado.
Cuando podemos analizar a fondo esto, veremos que las razones por las que sufrimos tienen su raíz en la ignorancia, las ansias y los apegos.
Lo que podemos hacer al respecto si queremos intentar de liberarnos del sufrimiento y volvernos seres despiertos, iluminados, es observar cuidadosamente qué tipo de apegos tenemos en nuestras vidas.
Veremos que tenemos muchísimos y al comienzo creeremos que son necesarios para estar bien. O nuestra mente tratará de hacernos querer pensar que lo son y esto es lo que hay que ir enfrentando.

Por ejemplo, podemos comenzar analizando nuestros apegos materiales y vamos a ver que los objetos a los que llamamos "nuestros", a su vez, son los causantes de sufrimiento a la hora que desaparecen de nuestras vidas.
Si seguimos apegándonos a lo material, es decir, añadiendo sentimientos a los objetos materiales, vamos a sufrir y vamos a seguir siendo infelices, ya que nada en el mundo es permanente y nosotros nos aferramos como si fueran a durar toda la vida.
Esto es algo que hay que evitar si se quiere trascender.

Bueno, así sucesivamente, con el análisis del sufrimiento interior, de los mecanismos de la mente, uno puede ir poco a poco liberándose y teniendo más claridad mental, y así de esta manera es que uno entiende qué es lo realmente relevante, lo fundamental, y qué no.
Y nos asombraremos mucho al ver todas las cosas que creíamos relevantes cuando en realidad eran irrelevantes y nos hacían perder el tiempo: comenzaremos a despertar.