martes, 11 de noviembre de 2014

Amor hacia quién

Amo la sensaciones que produces en mí.  Amor, seguridad, ternura.
Amo las cualidades que tienes, esas tan puras
Esas cualidades humanas, son también potenciales cualidades mías.
Entonces qué amo, ¿por qué mi inquietud? ¿te quiero poseer? ¿o son las cualidades? Si las cualidades que posees también puedo conseguirlas
¿Será acaso que amo lo que puedo llegar a tener yo?
Y si lo consigo en vez de conseguirte a ti, ¿será mejor? 
Siempre es más fácil depender y esperar crecer con alguien, decir estar enamorado.
Quizás sé que puedo llegar a sentirme como te sientes, tan bien, completa, feliz y eso es lo que quiero, y a eso lo llamo estar enamorado, una especie de deseo de superarme a través de alguien más.
Pero en vez de mirar hacia adentro y estar bien, miro hacia afuera, pensando que uniéndonos adoptaré esas cualidades y sigo pensando que esa sensación es la que llamo estar enamorado, pero deseando.
Quizás no estoy enamorado de ti, sino que simplemente quiero un ejemplo puro y cercano a seguir para poder sentir mejor el amor que llevo dentro y quizás ese sea el motor de esta existencia, pero necesito un empujón. 
Y este motor pues, este interior es independiente, da de una manera incondicional, infinita y puede y debe brillar solo. Si de una manera desapegada compartiéramos el brillo que llevamos, después de haberme trabajado internamente, nuestras cualidades se multiplicarían y ya no sería una obsesión ni locura, habría equilibrio. Finalmente habría encontrado la paz interna, el amor interno y por lo tanto la felicidad real. Entonces en vez de fabricar fantasías y esperar algo, puedo cerrar los ojos, mirar hacia adentro, respirar lentamente, solucionar el problema de raíz y quizás con el tiempo crecer juntos, pero separados.