Y la tierra, el cielo y los mares se dividieron y repartieron entre los Dioses más antiguos, no eran muchos, pero les quedaba bien a su tamaño. Ellos realmente tenían el poder, tenían una misión entre manos, eran dueños del universo, pero el cielo ya había cambiado y esta era una gran dificultad que tenían que afrontar, era como dar el primer paso a una larga era y cada acción se volvería un ejemplo a seguir para las generaciones siguientes, pero ya era muy tarde, no era algo que habían pensado mucho, ya habían empezado mal. Cada uno empezó a hacer con su parte del mundo lo que quiso sin consultar a nadie, obedeciendo solo a su propia voluntad ya corrompida, luchando contra sus padres, matándolos, derramando sangre, mucha sangre divina sobre la tierra.
Entonces pasó lo que tenía que pasar, surgieron las guerras entre los dioses y semidioses por el poder absoluto, luego capricho por aquí, venganza por allá, era evidente que estos dioses cada vez se volvían menos divinos y más humanos, y siguieron procreando y se empezaba a poblar el mundo nuevamente, con semidioses, héroes, pero con mucha violencia y sed de poder.
Poco a poco fueron muriendo los grandes Dioses, pero no sin dejar una enorme cantidad de hijos y sucesores, que aún tenían las cualidades de un Dios, o de un semidios, cada vez en menos cantidad, pero eran gigantes y muy fuertes físicamente.
Lo bueno fue que antes de extinguirse tuvieron la gran idea de domesticar al humano, ese pequeño animal salvaje que parecía un mono, que andaba por ahí escondiéndose despavorido de los devores de los Dioses caníbales,pero que aún así tenía cierto parecido con ellos y se fue considerando para futuros planes porque parecía que sabía aprender.
Entonces el gran Zeus, ordenó que no se volviera a comer humanos, que esta nueva generación de dioses no imitaría las barbaridades de sus antecesores y que había que enseñarles a gobernar el mundo, ya que los dioses iban envejeciendo, muriendo, teniendo menos longevidad o ya no eran fértiles y no iban a poder seguir gobernando por mucho tiempo más.
En poco tiempo los humanos aprendieron con los dioses, aprendieron a hablar, ya que no nacen con habla, aprendieron a cazar, a hacer herramientas, a sobrevivir, a pensar.
Entonces se iba enseñando todo lo necesario a los humanos animales y poco a poco dejaron de serlo, y poco a poco iban muriendo los grandes regidores del mundo antiguo y se iba humanizando todo cuando existía.
Pero todavía existían los mitos, leyendas, tradiciones orales y todo rastro de que en un pasado cercano hubo una guerra colosal entre dioses, que los griegos seguían creyendo firmemente pero que no podían probar.
Es muy probable que varios filósofos griegos eran ellos mismos descendientes de Zeus, porque tenían una sabiduría insuperable para la época, y teorizaban sobre cosas mucho menos mundanas, más celestiales, espirituales, astrales, astronómicas, y así sucesivamente los que les siguieron razonaban acerca de lo que veían, que poco a poco era ya más mundano así que empezó a ser más de orden social, cómo hacer para que no se maten todos, etc.
A medida que pasaban los años, cambiaban las cosas, se ordenaba el mundo, se llenaba de humanos, había que organizarse, la filosofía se humanizaba cada vez más porque los filósofos eran cada vez más humanos, empezaron a existir muchos más temas concernientes a los nuevos pobladores,cómo vivir y cómo no morir, hubo una sed de conocimientos nuevos, se habló y escribió de casi todo lo que se pueda pensar en la época.
Habían cosas de las que los gigantes no se preocupaban porque no eran indefensos, pero el humano sí, tenía que aprender a defenderse, a poblar un mundo desconocido, era una misión colosal la que se le había encargado, tenía que enfocarse en un plan y había que pensar mucho sobre cosas nuevas; lo bueno fue que el legado de los filósofos estaba ahí, el legado de los conocimientos antiguos que seguramente venía directamente de los dioses en algún nivel todavía permanecía y seguía leyéndose como guía para que no fuera tan difícil, y filósofos como Platón justo escribían sobre cómo lograr una república ideal y temas más políticos porque vieron que era todo un caos.
Pero a medida que pasaba más tiempo, la gente ya no sabía si realmente habían existido los dioses, y si eran dioses por qué se mataban entre ellos, si realmente eran mucho más altos y fuertes que nosotros, y seguramente se fue perdiendo esta línea de pensamiento porque ya nadie veía nada, hasta que se separó de lo real y ahora todo esto es considerado como un montón de mitos y leyendas griegas, seguramente imaginarios o indemostrables y que no tienen continuidad con la historia del mundo.
Y luego invadieron los romanos, se reemplazaron los nombres de los dioses, seguían siendo los mismos, seguían siendo politeístas, hasta que se instauró el catolicismo y lo hicieron religión oficial y todo lo que había existido en Grecia se consideró paganismo y ya nadie podía creer en eso, lo eliminaron y les obligaron a pensar como ellos, y les metieron millones de cosas en la cabeza, diciéndoles seguramente que cómo iban a existir varios dioses, que eran puros mitos y tonterías,y como no tenían cómo defenderse (en realidad se hubiera podido, Hesíodo podía, pero claramente no les consultaron), terminaron aprobando la nueva religión, adaptándose, olvidando.
Y así siguió la historia del mundo, siempre mintiendo acerca de lo más importante, escondiendo cuanto se pueda, eliminando el politeísmo de la ideología de sus habitantes cuando en realidad había sido el origen de esta era que pronto acaba. Cuando desmitificando y viéndolo como un todo se puede entender perfectamente que hay una estructura que se construye desde la tierra hacia el cielo, que en efecto, existieron los dioses, que eran gigantes de estatura, construían estructuras enormes para ellos porque eran increíblemente fuertes y podían cargar piezas enteras de piedra de varias toneladas y resulta lógico pensar que estas megaestructuras eran obras suyas, sino de quién. Que se extinguieron, pero coexistieron con el humano y hubo una transmisión de conocimientos de raza a raza y mezcla de sangres, divinas y humanas, así que fueron mezclándose las razas y poco a poco iban decreciendo y decreciendo en tamaño hasta que tras un largo proceso de ‘refinamiento’ quedamos nosotros, lo último en inteligencia, el futuro del planeta, los seres humanos de un metro y tanto como promedio,que vivimos nuestras vidas sin pensar en dioses, algunos pensando en un Gran Dios, que no puede tener súbditos con quienes comparta el poder intergaláctico.
Andamos tan confundidos en la vida y en la religión por culpa de la pérdida de la información trascendente que nos dejarontantos años atrás los verdaderos maestros (pérdida refiriéndome a desconexión entre historia y mitos), que hasta ahora no podemos comprender la relación que tuvieron los humanos con los dioses ni cómo interpretar los mitos, ni los libros antiguos como la Iliada y la Odisea y muchos otros, ni entender cómo es que los sabios griegos eran tan iluminados, cuál era el origen de su inteligencia, por qué estos dioses a la vez eran tan violentos y una lista interminable de preguntas sin aparente respuesta.
Como nunca hemos visto un ser superior al humano, y seguramente tampoco estamos preparados, y aparentemente tampoco nos interesa tanto(sino haríamos cuanto pudiésemos por atraerlos), no pensamos en estas cosas, o no queremos ver más allá (claro, si vemos más allá y luego vemos más acá, vamos a ver una diferencia tan abismal entre lo que debería ser o lo que puede llegar a ser y lo que es, que primero nos vamos a deprimir y avergonzar mucho de lo que somos antes de reconocer que hay que cambiar muchísimo (casi toda nuestra mentalidad), desde adentro para poder evolucionar), o no consideramos que el ser humano tenga un enorme potencialque sirva para cosas más importantes que armas y guerras nucleares para dividirse el mundo como una torta con pocas cerezas, cuando en realidad tiene un potencial que recién estamos empezando a descubrir y nos fascina cada vez más.
Pero aquellos que indagamos acerca de los misterios de la tierra y el cielo en búsqueda de la verdad sabemos que existe una evolución, que siempre ha existido, que sigue existiendo y que seguimos experimentando, pero tan lento que parece como si le hubiéramos puesto pausa por una era entera a este botón de evolución tan importante, seguramente por culpa de la violencia y la ignorancia que nos han asediado por más de cinco mil años.
Y por mil razones más no hemos podido evolucionar nuestra especie a nuestro máximo potencial, ni muy cerca, ni cerca, colectivamente. Porque requiere que todos estén dispuestos a seguir una doctrina o una filosofía en especial para lograrlo, que todos tengan un objetivo en común y una mentalidad en común, que todos sean pacíficos, que todos sean prácticamente iguales, y obviamente esto no es así, más bien es un insulto en la cultura occidental actual, porque él es abogado, él doctor, él ingeniero, y se esmeran en diferenciarse, no tenemos nada en común y evidentemente, tampoco podemos lograr nada en común. Pero para suerte de nosotros, hay casos particulares, (y realmente necesitamos más) existen aquellos que quieren seguir evolucionando, creciendo, convirtiendo violencia en amor y revertir la situación en la que estamos dando buenos ejemplos, enseñando, irradiando sabiduría.
Estos líderes tienen una determinación tan grande y metas tan claras que están dejando un gran legado, una gran filosofía, y también están dejando de pertenecer al plano mundano para ir acercándose al cielo, pulirse por dentro en todo momento para ser almas puras que tratan de equilibrar el mundo y dar el ejemplo a todos. Pero lo curioso de todo esto es que, si realmente existen estos seres sobrehumanos con habilidades fuera de lo normal, ¿no nos gustaría acaso nutrirnos de estos conocimientos, atraerlos, conocerlos acercarnos a ellos o ser nosotros mismos quienes los aprendan? Seguramente que sí, pero no es algo que estemos haciendo, o si lo estamos haciendo, parece que no lo estamos logrando o no vamos por buen camino, al menos colectivamente.
A muy pocas personas se les ocurre pensar que si existe el humano, y existe Dios, entonces debe ser lógico pensar que existen seres intermedios entre el humano y Dios (como decía Sócrates) y que vienen a ser una especie de vínculo angelical entre el cielo y la tierra, en una especie de escalera jerárquica con peldaños cada vez más importantes, ordenando cuanto pueden, seguramente en contacto con seres celestiales y seres mundanos al mismo tiempo, aconsejando en sueños, guiando a través de símbolos o visiones. Y si existen estos seres intermedios, cómo es que no los vemos, ¿serán invisibles, será que solo la gente más sensible puede percibirlos? ¿serán reales?
Hay varias razones para no creer que existan (en realidad no), pero si vemos a los líderes espirituales de religiones como el budismo, el hinduismo, vamos a estar convencidos de que son seres superiores, que irradian un aura de paz, de sabiduría, y que definitivamente han trabajado mucho para ser quienes son durante varias vidas y están en contacto con otro plano y con varias deidades, y seguramente cuando nacieron eran humanos simples y corrientes como nosotros, pero que siguen en ascenso y ahora tienen poder real.
Y si ellos empezaron de cero, instruyéndose, meditando, reflexionando, cambiando constantemente, aprendiendo, para poder conseguir un alto rango de espiritualidad, quiere decir que todos podemos, algunos nos demoraremos más, otros menos, pero en cualquier momento de nuestras vidas si realmente lo vemos y estamos decididos a esta meta, podemos desarrollarlo, empezar a trabajar con nosotros mismos, desarrollando nuevos intereses, nuevas cualidades, nuevos entornos, nuevas habilidades, evolucionando e ir recuperando esta relación que alguna vez tuvimos con el cielo, que se perdió y quedó olvidada en los mitos griegos, el sobrehumano es algo que existe desde hace mucho, pero que el resto del mundo aún no está preparado para ver surgir, como ya se ha demostrado en la historia, quizás por culpa del cielo adverso que nos hace ser violentos, quizás por culpa de las guerras como ejemplo de la humanidad, quizás por culpa de nosotros mismos que andamos tan obnubilados en temas que realmente importan y no podemos ver más allá de nuestro entorno, pero que felizmente algunos se dan cuenta de que sería bueno ir aprendiendo, para ir ordenándonos un poco, antes de que sea muy tarde.
